Hasta hace poco tiempo, el abonado del olivar ha sido una técnica basada en la tradición, en los cambios de experiencia entre los agricultores o en las diferentes recomendaciones de las casas de abonos. En la actualidad, gracias a las modernas técnicas presentes, hay métodos de diagnóstico que predicen problemas en las cosechas y posibilitan producciones óptimas. Una de ellas es el análisis foliar, que identifica ciertas carencias que pueden producirse para poder ser solventadas. Veamos por qué es tan importante realizarla.
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ToggleQué es un análisis foliar y para qué sirve
Una de las garantías que posibilitan una buena producción en un olivar es el análisis foliar. De hecho, es la única herramienta que permite detectar deficiencias antes de que se manifiesten visualmente en las hojas de estos árboles. La más importante es la toxicidad que puede ocasionarse en un olivo, lo que permite un tratamiento adecuado antes de que se manifieste y posibilita corregir los posibles problemas en la planta y el consiguiente aumento en el rendimiento de la plantación.
El análisis foliar en el olivo permite cuantificar y conocer su estado nutricional. Se analiza elemento por elemento, al objeto de poder determinar el programa de fertilización en función de las necesidades particulares de cada plantación.
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Cómo se realiza un análisis foliar del olivo
La época óptima para realizar los análisis de las plantas son los meses de julio y agosto. Lo normal, es que cada agricultor prepare los muestreos necesarios para que posteriormente puedan analizarlos en un laboratorio. Para realizarlo correctamente, deben seguirse los siguientes pasos:
Preparativos iniciales del análisis foliar del olivo
El inicio de todo el proceso es definir las parcelas donde va a realizarse el muestreo. Para ello, es necesario disponer de un mapa de la plantación, dibujar una ruta de muestreo y marcar los olivos de donde se van a extraer las muestras.
En función del laboratorio donde se vaya a realizar el análisis foliar, darán unas recomendaciones u otras, pero lo normal es colocar las muestras en sobres de papel y separarlas en diferentes bolsas que identifiquen las diferentes parcelas que se quieran analizar.
Parcelas donde se van a realizar el análisis de las plantas
Para conseguir una muestra representativa, hay que establecer parcelas de muestreo que sean homogéneas, tanto en las variedades de árboles como en el tipo de suelo. Para realizarlo correctamente, se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:
- Si en una misma parcela existen diferentes variedades, deben tomarse muestras separadas de cada una de ellas.
- Si existen árboles con características visuales diferentes a las de la mayoría, deben descartarse para el análisis en conjunto, pero a lo mejor, pueden tomarse muestras para ver cuáles son las carencias del olivo que presentan y solucionarlas.
- Se recomienda que cada una de las muestras no supere las 10 hectáreas de plantación.
Número de olivos en el muestreo
Cada unidad de muestreo debe contener de entre 160 y 200 hojas cogidas de 40 o 50 árboles diferentes.
Edad de los olivos
El análisis foliar en el olivo está recomendado para realizar los análisis nutricionales de ejemplares mayores de 3 años.
Cómo tomar las muestras
Para realizar la toma de muestras correctamente, debe cogerse el mapa mencionado anteriormente y por cada uno de los itinerarios marcados, hay que ir realizando un recorrido en zigzag que verifique la recogida en toda la superficie de cada uno de ellos.
Cómo coger la muestra del olivo
Las hojas para el análisis foliar deben ser tomadas alrededor del olivo siguiendo las 4 orientaciones (1 de cada una de ellas). Deben extraerse aquellas de esos tallos que queden a la altura de una persona y que se correspondan a los tramos centrales del crecimiento del año. Además, deben ser hojas bien desarrolladas, que no presenten ninguna anomalía y carentes de olivas.
Otras consideraciones
El análisis foliar del olivo debe realizarse todos los años, de esta forma pueden compararse los diferentes resultados con los niveles de referencia obtenidos en los muestreos anteriores.
Con respecto a su fecha, se recomienda realizarlo en la segunda quincena de julio, ya que de esta forma se aprovecha la parada vegetativa estival. Es importante la buena conservación de las muestras antes de enviarlas al laboratorio. Para ello, deben envasarse en bolsas de plástico secas y mantenerlas en un lugar fresco.
Interpretación de resultados y actuación
La interpretación de las muestras debe realizarla un técnico especializado. Este realizará un informe analítico asociado con diferentes datos como pueden ser la pluviometría de la zona, el porcentaje de aceite, los kilos de cosecha recogidos, la tala, el abonado de fondo, etc.
En su interpretación, se comparan todos estos resultados analíticos con los críticos para determinar si son adecuados, o en caso contrario, para ver si presentan excesos o defectos en sus valores y, en ese caso, establecer las medidas correctoras para eliminar las carencias del olivo.
El análisis foliar es la mejor manera de determinar tanto toxicidades como carencias que puedan presentar los olivos, y que, si no se tratan adecuadamente, pueden generar problemas serios en el árbol y en la producción de sus frutos a corto, medio y largo plazo. De ahí su tremenda importancia en la rentabilidad de estos cultivos.