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¿Cuál es la mejor estrategia de abonado para el olivar?

Las necesidades nutricionales de cualquier cultivo responden a la cantidad de elementos nutritivos que consume a lo largo de su ciclo vegetativo para su desarrollo.

Estos deben aportarse al cultivo, si este no los encuentra en su medio natural para que de esta manera pueda desarrollar una cosecha adecuada.

En el caso del cultivo del olivo, normalmente, no se encuentran todos los nutrientes necesarios en el suelo. Por este motivo, el agricultor debe planificar el abonado en relación con el estado nutricional del olivo, la fertilidad del suelo y el nivel de rendimiento esperado. Determinando cual es el mejor abono para el olivo y cuando abonar los olivos.

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En este artículo daremos algunas claves que ayuden a determinar, en cada caso, qué abonado y elementos son mejores para el olivo.

Mejores abonos para olivos y sus características

Según la Ley del Mínimo de Liebig, la productividad de un cultivo no la definen los nutrientes disponibles para la planta, sino el más escaso.

Por lo tanto, para saber qué tipo de abonado necesitan nuestros olivos, debemos evaluar el nivel nutricional de la plantación de olivos y la composición del suelo.

“Los análisis foliares y de suelo son la herramienta imprescindible para planificar el correcto abonado del olivo”

  • Análisis foliar: es un método que permite detectar las deficiencias nutricionales del olivar y planificar sus necesidades para el programa de abonado.  Para ello se realizará un muestreo de hojas en el olivar y posteriormente se enviarán a un laboratorio para conocer los resultados. Para realizar estos análisis es recomendable seguir las pautas recomendadas por los mismos.
  • Análisis de suelo: este tipo de análisis es de gran utilidad para determinar las necesidades de abonado, enmiendas en materia orgánica y organizarlas según la necesidad.

Gracias a este analisis podremos hacer un correcto plan de abonado.

Tipos de abonodo del olivo: Foliar o sólido

Antes de echar abono y ya conociendo las necesidades de nuestra plantación debemos ver que tipo de abono elegir

Los abonos foliares: son productos en forma líquida o pulverizables que se aplican directamente a las hojas de las plantas para proporcionar nutrientes. Estos son más rápidos y efectivos en la absorción de nutrientes que los abonos tradicionales. Los olivos son plantas que al tener mucha hoja en su copa absorven bien el abono foliar.

Cuando estamos pensando en abonar un olivar de secano es reomendable hacerlo por vía foliar o por lo menos algunos de los abonos que se hagan de esta forma.

Por otro lado, los abonos sólidos son aquellos que se aplican en forma de gránulos o polvo y se incorporan al suelo para ser absorbidos por las raíces de las plantas. Estos pueden ser más duraderos y efectivos a largo plazo, pero la absorción de nutrientes es más lenta. Ádemás depdndemos de variables clímaticas que no podemos controlar para su correcta absorció.

En resumen, el tipo de abono que se debe elegir depende de las necesidades específicas de la planta, su etapa de desarrollo y el momento del año den el que nos encontremos.

Plantación de olivar en perfecto estado nutricional

¿Qué cantidad de nutrientes necesita un olivar?

Para conocer la cantidad de nutrientes que tenemos que aportar a un olivar es muy importante conocer las extracciones que se producen de elementos como nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K).

Según diferentes autores, por cada 1000 kilogramos de aceitunas cosechadas, el árbol extrae, anualmente 16,3 kilogramos de potasio, de 1,74 kilogramos de fósforo y 7 kilogramos de nitrógeno.

Las necesidades de cada elemento varían en función de la fase vegetativa de la planta.

  • Nitrógeno

    En general, la mayoría de olivares se asientan en suelos pobres en materia orgánica, por lo que encontraremos las mayores deficiencias en el aporte de nitrógeno. Este elemento es muy importante para el crecimiento vegetativo, por lo que es recomendable el empleo de abonos ricos en nitrógeno en olivos jóvenes o de pequeño tamaño para favorecer su crecimiento. En el caso del nitrógeno, el análisis foliar es un indicador más útil que el procedente del análisis de suelos. Debemos considerar el hecho de que una cantidad excesiva de nitrógeno puede aumentar la sensibilidad a las heladas, a ciertas enfermedades, menor cuajado y una reducción de la calidad del aceite. Las dosis recomendadas pueden oscilar entre 40-80 unidades de nitrógeno/ha, como aplicaciones anuales de mantenimiento, y en plantaciones de altas producciones y suelos poco fértiles de 100-120 unidades de nitrógeno/ha.

  • Fósforo:

    Favorece el desarrollo del sistema radicular, aumenta la resistencia a las enfermedades y a la sequía, interviene en la floración, la maduración y el cuajado. Se trata de un elemento que depende del tipo suelo, si es rico en carbonato cálcico, tiende a ser deficitario en fósforo. En fertirrigación se recomienda aplicar de 30-50 unidades de fósforo/ha.

  • Potasio:

    Tiene un papel fundamental en la migración de los aminoácidos y la formación de los lípidos, aumenta el tamaño y la calidad del fruto y protege al árbol frente a heladas y ciertas enfermedades. El potasio presenta una mayor fijación en suelos arcillosos, lo que afecta al olivo a la hora de absorber este nutriente. También pueden presentarse deficiencias en época de sequía, en cultivos de secano. Se recomienda el aporte de potasio, en cantidades que varían, según indique el análisis foliar, entre 60-100 unidades de potasio/ha.

Los nutrientes serán fundamentales para un correcto desarrollo del fruto

  • Otros elementos: 

  • Magnesio: es esencial para la realización de la fotosíntesis y puede presentar deficiencias si hay un exceso de potasio.
  • Calcio: es regulador del pH y de otros elementos como el magnesio, potasio y sodio. Interviene en la división celular y en el mantenimiento de las estructuras florales.
  • Zinc y manganeso: intervienen en la síntesis de la clorofila. Las deficiencias producen un menor número de yemas florales y una reducción del cuajado.
  • Cobre: forma parte de la composición de la clorofila, muy raramente se necesitan aplicaciones ya que presenten niveles adecuado procedentes de las aplicaciones de fungicidas.
  • Boro: participa en el crecimiento meristemático, en el metabolismo de los glúcidos y en la síntesis de ácidos nucleicos. Disminuye en condiciones de sequía y suelos calizos, es necesaria su aplicación en suelos con pH ácido o neutro.
  • Hierro: Es importante para la respiración del olivo y síntesis de clorofila, manifiesta deficiencias en suelos alcalinos y con carbonatos.

¿Cuál es el mejor momento para abonar los olivos?

Es importante destacar que las necesidades de nutrientes del olivo varían a lo largo de las distintas fases vegetativas de la planta, y que debe tenerse en cuenta a la hora de planificar el calendario de abonado del olivo.

Las necesidades de nitrógeno se centran, especialmente durante las fases de brotación, floración y cuajado, mientras el potasio es más importante a partir del endurecimiento del hueso y el engorde del fruto. Sin embargo, las necesidades de fósforo son más estables a lo largo de todo el ciclo vegetativo. Todas estas aportaciones siempre que sea posible se han de hacer a través del fertirriego.

Si optamos por el abono foliar, la mejor época es la primavera, entre abril y julio, pues la humedad ambiental es mayor y el árbol tiene más hojas jóvenes. Presenta la ventaja de que su utilización es más rápida y es más efectiva aun que podríamos aplicarlo casi en cualquier momento del ciclo del cultivo. Es importante conocer que no todos los nutrientes se absorben de igual manera a través de las hojas. Nitrógeno y Potasio junto con algunos microelementos cómo el Boro y el Zinc serán algunos de los más efectivos en este tipo de aplicaciones. Aunque, normalmente las cantidades que hay que aportar son insuficientes si solo se hacen por vía foliar.

En el caso de abono para olivos de secano, si se trata de un abonado orgánico,  el mejor momento para aplicar el abonado del olivo es justo después de la recolección entre los meses de noviembre y febrero segun el año. En el caso del abonado mineral lo ideal sería hacerlo al final del invierno o principios de primavera (dependiendo de la zona) , ya que las lluvias facilitan la liberación de los nutrientes y su absorción por las raíces. Lo ideal es que cuando el árbol comience su actividad vegetativa cuente con todos los nutrientes necesarios.

Deficiencias nutritivas de los olivos y cómo detectarlas

Para comprobar si se está aplicando el mejor abono para los olivos, un simple vistazo puede aportar mucha información. Si el olivo está correctamente nutrido, tendrá hojas de color verde intenso, buena maduración del fruto y su producción será óptima.

En caso contrario, puede presentar defoliación, tonalidades ocres en las hojas, reducido desarrollo vegetativo o una productividad deficiente.

  • Déficit de Nitrógeno: Si observamos raquitismo, entrenudos cortos o que las hojas son pequeñas y deformadas, probablemente el abonado del olivo será deficiente en nitrógeno.
  • Déficit de fósforo: La falta de fósforo puede presentar síntomas parecidos, pero añadiendo necrosis en el ápice, especialmente en invierno o principios de la primavera.
  • Déficit de potasio:  suele manifestarse antes en parte viejas, debilitándose. También puede provocar retraso en el crecimiento vegetativo.
  • Otras deficiencias nutricionales: La escasez de calcio en olivos puede originar una intensa clorosis en la parte apical de las hojas, incluso zonas necrosadas en las más viejas. El síntoma más corriente ante la falta de boro es la presencia de manchas, incluso con zonas necróticas, en la parte apical de las hojas, con una característica zona amarillenta entre la zona enferma y la sana de la hoja.

En cualquier caso, al observar cualquier síntoma en la planta, lo más conveniente es realizar un análisis de la hoja. En la siguiente tabla se recogen los niveles de elementos químicos medidos en hoja de olivo:

ELEMENTO Niveles nutritivos estándar sobre peso seco
Deficiente Bajo Normal Alto
N (%) <1,40 1,41-1,50 1,51-2,00 >2,00
P (%) <0,05 0,06-0,09 0,10-0,30
K (%) <0,40 0,40-0,79 0,80-1,00 >1,00
Ca (%) <0,30 0,30-1,00 >1,00
Mg (%) <0,08 0,08-0,10 >0,10
Mn (ppm) >20
Zn (ppm) >10
Cu (ppm) >4
B (ppm) <14 14-19 19-150 >185

Fuente: Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía (1996)

En conclusión, para realizar una fertilización adecuada, es necesario evaluar los factores que influyen en la producción: características del suelo, estado nutricional de la planta y el momento de aplicación y con toda la iformación elaborar un plan de abonado. Al analizar periódicamente la composición del suelo y los nutrientes en hoja podremos adaptar la composición del abonado del olivo en cada momento, maximizando así la eficiencia en la aplicación de los  mismos y por ende la producción.

En BALAM Crops somos especialistas en el asesoramiento técnico de fincas, y podemos acompañarte para que seas capaz de seleccionar el mejor abono para tus cultivos y, ¡mucho más!

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