El árbol del almendro proviene de zonas montañosas de Asia central. Su llegada a la península ibérica se estima algo anterior al comienzo de nuestra era, gracias, probablemente, a la acción colonizadora de los fenicios.
Actualmente, España es el tercer productor mundial de almendras, después de EE. UU. y Australia, lo que nos da una idea de la importancia de este cultivo en nuestro país. Descubrir cuándo florecen los almendros tiene una indudable trascendencia desde el punto de vista agrarícola, pero no es el único. Desde hace unos años, la actividad económica generada alrededor de las visitas turísticas a los campos de almendros en flor y la producción de almendra se ha convertido en una vía de ingresos fundamental en gran número de comarcas rurales.
Época de floración de los almendros
El almendro es uno de los árboles que antes florece en nuestros campos. Suele comenzar su floración a mediados de febrero hasta finales de marzo. La explicación a esta circunstancia parece responder a una estrategia de la planta según la cual prefiere asumir el riesgo de perder flores del almendro durante una eventual helada a las dificultades que encontraría para conseguir el agua necesaria para la correcta maduración de sus frutos durante el verano. Una buena manera de regular su producción.
El momento de floración del almendro depende de dos factores: la variedad y la posición geográfica del cultivo.
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Variedades
En el año 1975 se puso en marcha en el IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias) de la Generalidad de Cataluña un programa de mejora de las variedades de almendro nacionales a partir de cruzamientos. El objetivo de este programa era encontrar variedades con floración tardía (para reducir el riesgo de heladas), mejorar la producción y la calidad del fruto, así como reforzar la resistencia a enfermedades y a la sequía. Gracias a esta iniciativa, se han registrado un gran número de variedades muy productivas durante los últimos años, como la Masbovera, Glorieta, Francolí, Vairo, Constantí, Marinada y la Tarraco.
Podemos encontrarnos con variedades tempranas, medias, tardías o muy tardías, según el momento de floración del árbol.
- Tempranas. Estas variedades, típicas del sureste peninsular, suelen florecer entre mediados de los meses de enero y febrero. Entre otras, destacan la Desmayo Largueta, pese a su gran valor comercial, su cultivo se está abandonando debido a la tardía maduración del fruto; la Atocha, con maduración media pero vigorosa y productiva, aunque es sensible a ciertas infecciones fúngicas; o Garrigues, muy productiva en regadío y apta para la recolección mecanizada.
- Medias. En este grupo se encuentran las variedades que florecen a lo largo del mes de febrero. Algunos ejemplos son la Marcona, es la variedad más extendida en España y la más interesante en cuanto a la comercialización, aunque presenta ciertas dificultades en la poda y es sensible a infección por hongos; la Blanquerna, de maduración temprana y buena polinizadora.
- Tardías y muy tardías. En esta categoría se incluyen variedades cuya floración comienza entre mediados de febrero y el mes de marzo. Entre ellas podemos encontrar la Guara, con gran intensidad floral, fácil de podar y muy productiva en secano; la Aylés, variedad de productividad baja, alto porcentaje de frutos dobles y sensible a enfermedades criptogámicas; Moncayo, con un fruto de maduración media, pero baja productividad; o la Francolí, de floración prolongada, aunque presenta gran productividad.
Posición geográfica
La floración del almendro depende de las horas de frío (necesitan entre 200 y 500 horas con temperaturas que oscilen desde los -2,7 a los 7 ºC) y de la cantidad de calor acumulada, por lo que su posición en cuanto a altitud y latitud va a determinar la época del año en la que podremos encontrar los almendros en flor.
Encontramos un buen ejemplo de la influencia del gradiente altitudinal en las diferencias de floración entre los campos de almendros en Murcia, a baja altitud, y los situados en el municipio de Baza, provincia de Granada, a una media de 850 metros de altitud. Aunque la distancia entre estos dos enclaves es pequeña (185 km entre Baza y la capital murciana), las diferencias en la época de floración son notables; por ejemplo, Desmayo Largueta florece en los cultivos murcianos entre mediados de enero y de febrero, mientras que en la población granadina lo hace durante el mes de marzo.
Riesgos de su floración temprana
La floración del almendro también depende de las circunstancias climatológicas anuales. El regreso anticipado de las temperaturas primaverales puede provocar un adelanto en la aparición de las primeras flores del almendro. Esto puede suponer un problema, ya que, si llegan heladas una vez que las flores han sido germinadas y el fruto aún no ha madurado, se perderá parte de la cosecha. Otro problema derivado de la floración temprana es el aumento del riesgo de vientos fuertes y granizos, que también pueden dañar el fruto si no ha madurado.
Según técnicos del CSIC, durante los últimos 30 años este árbol está experimentando un adelanto gradual en su floración, debido al calentamiento global.
El almendro es un cultivo tradicional y de gran importancia socioeconómica en nuestro país. Su cultivo es rentable y siguen apareciendo variedades que mejoran su productividad. Aunque, debido a la climatología cambiante y a las particularidades de la especie, averiguar cuándo florecen los almendros no será una cuestión fácil de resolver en el futuro.
Las plantaciones de almendro se han convertido, a día de hoy, en una de las opciones más interesantes para los inversores del sector primario, debido fundamentalmente al espectacular crecimiento experimentado en la rentabilidad de este cultivo durante los últimos años.
En BALAM somos expertos en plantaciones de almendro intensivo y superintensivo, siendo líderes en el asesoramiento de este tipo de plantaciones y habiendo llevado a cabo en España y Portugal algunos de los proyectos de referencia del sector almendrícola.
