Los suelos arcillosos pueden representar un gran aliado para nuestros cultivos, pero si no conocemos sus particularidades y los manejamos adecuadamente se pueden convertir en un enemigo que puede incluso condicionar la supervivencia de los mismos.
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ToggleA través de este post te aportaremos toda la información que necesitas sobre este tipo de suelos para que puedas aprovecharte de sus ventajas y que sus inconvenientes no representen un problema para tu cultivo.
¿Qué características tienen los suelos arcillosos?
Los suelos arcillosos, como su propio nombre indica, son aquellos suelos que presentan cantidades de arcilla en una proporción mayor que el resto de componentes del suelo (limos y arenas).
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Este tipo de suelos posee una alta capacidad de retención de agua, pero, debido al pequeño tamaño de sus partículas cuando los microporos del suelo se saturan de agua pueden dar lugar a situaciones de falta de aireación e incluso problemas de drenaje que provoquen encharcamiento (lo cuál no es adecuado para la mayoría de los cultivos) .
“El objetivo de manejo de los suelos arcillosos ha de ser evitar encharcamientos, facilitar el drenaje y favorecer el desarrollo de las raíces en profundidad”
Los suelos arcillosos son suelos que poseen una elevada fertilidad, y cuando se encuentran bien estructurados y retienen adecuadamente la humedad pueden ser muy aptos para el desarrollo de los cultivos.
Habitualmente se encuentran en zonas llanas, valles o depresiones por lo que en general cuentan con un horizonte de acumulación de textura fina (Bt).
Otra característica importante desde el punto de vista de manejo de las tierras arcillosas es que suelen ser complicadas de labrar (en húmedo se pegan a los aperos, y en seco suelen tender a aterronar).
Dentro de los suelos arcillosos, existen diferentes tipologías (principalmente diferenciando por tipo de arcillas) , pero en este artículo no entraremos en la profundidad de los mismos.
¿Cómo identificar rápidamente un suelo arcilloso?
Los suelos arcillosos son uno de los tipos de suelos más fáciles de identificar, gracias a que presentan un color rojizo, tanto en su exterior como en su interior.
Además, son suelos que a simple vista se ven muy densos, de hecho, es muy común ver que se forman pequeños charcos de agua en su superficie. De no ser así, tienden a verse agrietados y muy secos, de hecho, al ser tocados pueden llegar a manchar las manos de color rojizo.
Si observas estas características en tu suelo, no dudes de que se trata de un suelo de tipo arcilloso.. pero, la primera recomendación que podemos dar antes de pensar en acciones de manejo puntuales, es el conocimiento de los tipos de suelo que componen una parcela.
Para ello, es imprescindible la realización de estudios de suelo completos. Este es un servicio que desde BALAM ofrecemos a nuestros clientes, ya sabemos de su importancia y consideramos que es el primer paso para poder realizar cualquier proyecto de manera óptima
¿Qué cultivos se adaptan mejor a los suelos arcillosos?
Muchas veces surgen dudas acerca de qué cultivos o plantas van de la mano con este tipo de suelos, sin embargo, existen varios cultivos que se adaptan muy bien a los suelos arcillosos.
A continuación, te indicaremos qué tipo de cultivos que se dan bien en tierra arcillosa:
- Las plantas de la familia brasicàceas, como es el caso del brócoli, la coliflor o el repollo, se dan de maravilla en este tipo de suelo.
- Árboles frutales, como el manzano, peral, avellano, laurel, cerezo, chirimoya, membrillo y grosellero.
- Los girasoles son otras de las plantas que se dan con facilidad en los suelos arcillosos.
¿Qué hay entonces del olivar, almendro y otro tipo de cultivos?
Por la naturaleza originaria de este tipo de suelos, no todos los cultivos se desarrollan adecuadamente… pero, eso no quiere decir que cultivos cómo el olivar, el almendro y otros cultivos hortícolas no se puedan desarrollar en ellos. De hecho, sabiéndolos manejar y preparar adecuadamente estos pueden ser un gran sustrato para conseguir plantaciones altamente productivas y rentables.
¿Cómo podemos manejar un suelo arcilloso para favorecer el desarrollo de los cultivos?
Cómo hemos comentado anteriormente, es importante resaltar que, algunos suelos arcillosos pueden ser problemáticos para el desarrollo de los cultivos… pero, aún así podemos mejorarlos mucho y volverlos aptos mediante su manejo y preparación.
El objetivo del manejo de los suelos arcillosos ha de ser siempre evitar encharcamientos, facilitar el drenaje y favorecer la penetración radicular y, para ello se pueden realizar las siguientes acciones de manejo para mejorar su aptitud:
- Aportación de materia orgánica: es recomendable la aportación de materia orgánica para mejorar la estructura física del terreno, incrementar la permeabilidad y, facilitar la penetración y el desarrollo radicular.
- La siembra de una cubierta vegetal tiene un papel muy importante para el manejo de estos suelos, ya que favorece la infiltración y absorbe los excesos de agua.
- En estas circunstancias, es preferible realizar una programación de riego en el que los suelos no lleguen a capacidad de campo.
- Preparación del terreno: este es sin duda el aspecto fundamental y el que requiere de una especial atención. De hecho, podría ocupar un post completo y en este artículo te contaremos solo las pautas principales.
- Subsolado del terreno: es recomendable subsolar el terreno en suelos arcillosos de forma cruzada, y siempre en el momento óptimo de humedad (terreno seco) para favorecer la fragmentación de los suelos.
- Con el cultivo implantado, también puede ser recomendable subsolar el centro de la calle en años alternos para luchar contra la compactación y, mejorar la aireación y drenaje.
- En ocasiones, puede ser necesario realizar zanjas abiertas para la evacuación del agua en superficie e incluso, la instalación de drenajes subterráneos.
- Una práctica muy efectiva y habitual en plantaciones de cultivos de alta densidad suele ser la realización de caballones de aproximadamente 60 m (aunque esto dependerá de la características de la parcela. De esta forma, evitamos en gran medida que se produzcan situaciones de encharcamiento en la zona radicular y que los cultivos se desarrollen adecuadamente.
“Los con horizontes Bt arcillosos requieren una atención muy especial al planificar las labores de preparación del terreno para establecer una plantación”
Recuerda, que la presencia de horizontes arcillosos compactos de estructura masiva, puede ser un factor muy limitante para el desarrollo radicular y esto a su vez puede condicionar el desarrollo y la productividad de los cultivos.
En BALAM llevamos más de 20 años desarrollando proyectos de nueva plantación y nos hemos enfrentado a diversidad de suelos y escenarios. Por eso, somos conocedores de la importancia de la preparación del terreno y nos encargamos a través de BALAM Services de que cada proyecto que ejecutamos parta de las mejores condiciones de suelo gracias a una correcta preparación.
https://balam.es/services/preparacion-del-terreno/
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