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Recoleccion almendro intensivo superintensivo balam

Recolección del almendro intensivo y superintensivo con cosechadoras o máquinas cabalgantes

El cultivo de almendra en España es uno de los tipos de plantaciones de secano que más popularidad han adquirido en los últimos tiempos. Los datos no engañan: en el año 2019 existían en el territorio nacional 653 021 hectáreas de campo dedicadas al cultivo y la recolección de almendra.

Zonas como Murcia, Andalucía, Aragón y Castilla la Mancha son las que más explotaciones de recolección de almendras suman en sus comunidades autónomas. Y es que las condiciones climáticas y la calidad de los suelos de estos lugares es ideal para la siembra de estos frutales en sus distintas variedades: tarraco, glorieta, ferragnés o marcona, entre otras.

Tanto es así que son cada vez más los explotadores agrarios que quieren aprender cómo se cosechan las almendras, cuál es la fórmula más adecuada de plantación de los frutales y todas las particularidades sobre riegos y cuidados para aprovecharse de este tipo de cultivos.

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Porque, entre otras cosas, el cultivo de la almendra es cómodo y relativamente seguro. Ojo, esto no quiere decir que no haya que tener cuidado y realizar trabajos continuos, pero al tratarse de una variedad de frutal de secano, la intensidad de la actividad es media/baja.

En general, basta con tener bien controlados los tiempos de cultivo, saber cómo se recoge la almendra correctamente, hacer una inversión en máquinas de recolección y llevar precaución para evitar las heladas y algunas plagas que puedan afectar a los árboles de almendra. Por supuesto, entre estos puntos también entra la poda, que es de vital importancia para dar vigor y fuerza y elevar la productividad del árbol.

Evidentemente, la mayoría de los productores que se dedican a la almendra optan por diseñar cultivos intensivos o superintensivos que les ofrezcan la oportunidad de generar ingresos suficientes para justificar el trabajo y el tiempo de plantación.

Cuándo se recoge la almendra

El proceso de recolección de la almendra es la más importante de todas las fases por las que pasa una explotación agrícola de almendros. Obviamente, es la que más cerca está de la preparación para la venta del fruto y, por tanto, del fin del ciclo de cultivo anual.

Esta fase de recolección supone un momento intenso en cuanto a la carga de trabajo: los agricultores deben esforzarse por llevar a cabo la recogida del fruto de manera rápida para que toda la plantación sea recogida y procesada para su venta en un corto lapso de tiempo.

¿Y cuándo llega este momento? ¿Cuál es la fecha idónea para la recolección de la almendra? Evidentemente, es el propio árbol el que va a dar la respuesta al agricultor, puesto que será después de la floración y el crecimiento del fruto cuando toque hacer esta recogida, pero es posible marcar unas fechas habituales para esta parte del trabajo.

De manera general, la recolección de la almendra se fija entre los meses de agosto y septiembre. Esto es así porque durante los meses de más calor la fruta termina de madurar en el árbol.

Es un proceso que se puede comprobar muy fácilmente, puesto que en los meses de más calor la vaina se abre de manera natural y deja ver la famosa cáscara dura y con puntitos por la que todo el mundo reconoce la almendra.

Ese lapso de dos meses (agosto y septiembre) que se tiene como el indicado para la recolección de las almendras puede parecer muy amplio. Y, de hecho, lo es: es debido a que concretar todavía más los mejores días para la recolección tendrá que ver, exclusivamente, con la variedad concreta de fruta que se haya plantado.

Una vez que se tiene perfectamente claro el momento idóneo para la recolección, llega la hora de ponerse manos a la obra. En los cultivos intensivos y superintensivos no solo es importante saber cuándo se recoge la almendra, sino qué máquinas de recolección son las adecuadas para hacer un trabajo profesional, rápido y efectivo.

Método de recolección del almendro intensivo y superintensivo

La recolección de la almendra en un cultivo profesional, intensivo o superintensivo, se tiene que hacer con todas las garantías de profesionalidad y eficiencia. Para eso, nada mejor que utilizar máquinas de recolección especialmente preparadas para el almendro.

Recolección tradicional

Pese a ello, hay agricultores que prefieren el método tradicional. Esto se da generalmente en explotaciones con pocos ejemplares y que no están convenientemente industrializadas. El proceso de recogida se hace a mano, trabajando cada fruta, una por una, y sin que este proceso sea perjudicial para el árbol en ningún momento.

Recolección con maquinaria específica

Otra posibilidad sobre la recolección está relacionada con el uso de máquinas específicas para el almendro. ¿Existen? Por supuesto que sí. Y con muy buenos rendimientos, por cierto. Estos dispositivos permiten que un solo operario realice el acoplamiento al árbol, la vibración que provoca la caída del fruto y la recogida y pelado del fruto. Todo ello sin tener que detenerse y de manera continua.

Además, las máquinas cabalgantes o cabalgadoras pasan por encima de las hileras de árboles sin que estos sufran apenas por su acción mecánica, lo que los mantiene en perfecto estado para el siguiente ciclo de poda, crecimiento, floración y cultivo.

Todos estos detalles sobre la recolección de la almendra en un cultivo intensivo y superintensivo están difundidos por los profesionales que se dedican específicamente a estas variedades de frutos secos: su experiencia permite la optimización del trabajo a agricultores profesionales y a aquellos que están comenzando a cultivar.

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