El cambio climático está afectando gravemente los ecosistemas agrícolas. El incremento de las sequías no solo afecta al proceso productivo, sino a la aparición y proliferación de plagas y enfermedades. En este artículo nos vamos a centrar en el gusano cabezudo o capnodis tenebrionis, cuya expansión en los últimos años no debe ser subestimada y está causando estragos en muchas plantaciones de almendro.
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Toggle¿Qué es el gusano cabezudo?
Es un coleóptero que adquiere la apariencia de un escarabajo negro como adulto. La razón por la que se conoce como gusano es debido a su aspecto en estado larvario. Estas son de color blanco, sin patas y con la longitud aproximada de hasta 6,5 cm. Cuando alcanzan la etapa adulta reducen su tamaño oscilando entre 2 y 2,5 cm.
El gusano cabezudo ataca principalmente a los árboles frutales de hueso, como el almendro. Resulta más fácil localizarlos cuando son escarabajos ya que cuando se encuentran en otros estadios se encuentran en las ramas, brotes y hojas. Por el contrario, las larvas residen en las raíces, y como veremos después este es uno de los problemas fundamentales de esta letal plaga.
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¿Cómo afecta el gusano cabezudo?
Dado que cada hembra puede llegar a poner 300 huevos, las consecuencias en una parcela pueden ser catastróficas.
El impacto del gusano cabezudo es diferente en función de la etapa de su ciclo. El principal daño viene causado por las larvas, que crean conductos en las raíces que impiden que la savia circule y debilitan gravemente al árbol. Esto puede llegar incluso a provocar la muerte en condiciones extremas.
Los adultos, aunque presentan un menor riesgo, pueden provocar que las ramas de los árboles más jóvenes se sequen como resultado de la defoliación. Por ello, una forma de identificar la invasión de la plaga en un determinado terreno es mediante la detección de hojas frescas en el suelo.
¿Qué causa la aparición del gusano cabezudo?
El incremento de las temperaturas es uno de los motivos de la expansión de la plaga.
Por otro lado, el uso abusivo de herbicidas y plaguicidas ha reducido las especies depredadoras del gusano cabezudo. En cuanto a los sistemas de riego, la optimización del reparto del agua crea zonas cerca del árbol que están secas permitiendo la reproducción del gusano cabezudo.
¿Cómo combatir el gusano cabezudo?
Ataque químico
Lo más eficaz es enfocarse en los nuevos adultos que salen de las raíces. El momento en que se produce esta transición es en agosto y se recomienda usar los insecticidas em las primeras horas del día, momento en el que se encuentran los escarabajos menos activos.
La lucha contra los adultos puede complementarse con la pulverización del suelo con insecticidas con el fin de impedir el asentamiento de las larvas en el árbol una vez que han nacido, pero esta sin duda es mucho menos eficaz.
Patrones culturales
En ocasiones la solución se encuentra en cambiar ciertos aspectos de manejo como:
- Atendiendo al riego, ya que si la zona alrededor del árbol se encuentra húmeda evitará que las hembras se asienten.
- Colocando un plástico en la base del árbol, obligando a las hembras a poner los huevos a mayor distancia.
- Retirando el árbol dañado, cuando no se puede salvar por el estado de propagación la plaga
Control biológico
Aún se están analizando las especies que pueden actuar como enemigos naturales del gusano cabezudo como determinadas variedades de hongos, coleópteros, himenópteros, dípteros y nematodos entomopatógenos.
Lo ideal para realizar un control adecuado es incrementar la aplicación de medidas que aseguren la sostenibilidad de las parcelas a largo plazo a través del enemigo natural del gusano cabezudo.
Por otro lado, para el control de este tipo de plagas siempre se recomienda la combinación de todas las estrategias de control que sean posibles, ya que en ellas residirá el éxito en la erradicación de las mismas.