Desde que la raíz toma contacto con la tierra hasta que se recoge el fruto de la planta, la producción olivarera recorre una serie de etapas en las que se debe ejercer un cuidado especial de todos un cada uno de los árboles que componen la plantación. Entre estas etapas hay un paso fundamental para garantizar el perfecto cuidado y crecimiento de los olivos y ese es la aplicación de productos fitosanitarios.
Las plantas, como todos los seres vivos, están sometidas a riesgos como la contracción de enfermedades y el padecimiento de estrés así como la necesidad de estar nutridas adecuadamente. En esta labor afectan las condiciones climáticas en las que se desarrollen. Sin embargo, también se necesitan otras soluciones que vienen de la mano de los productos fitosanitarios.
Pero ¿en qué consisten realmente? Según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente se trata de “mezclas químicas que contienen una o varias sustancias activas y otros ingredientes, y cuyo objetivo es proteger los vegetales y sus productos de organismos nocivos”. La tipología de estas sustancias se clasifica en torno a su función dentro del mundo vegetal y entre ellas podemos encontrar:
1.Herbicidas: son sustancias químicas que se aplican sobre el terreno para evitar la aparición de malas hierbas que pueden ser de carácter anual como la coniza, el erigerón, la colleja, la silene, la arenaria, la cerraja o el jaramago. También existen malas hierbas perennes como la carrota, el cañizo o la grama.
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2.Plaguicidas: tal y como su nombre indican los plaguicidas tienen como función principal el control de plagas
-Acaricidas: en este caso se trata de productos que luchan contra la aparición de ácaros y controlan su presencia en el caso de que la haya. Los ácaros conforman una de las plagas que afecta al olivo que provoca deformaciones en las hojas y en el fruto.
-Fungicidas: también ha sido creado para el control de plagas pero en este caso su función es la de controlar enfermedades fúngicas que toman el nombre de “repilos”.
-Nematicidas: se trata de otra variedad de plaguicida cuya utilización tiene como fin acabar con los nematodos, unos parásitos que pueden aparecer en el olivo y dañarlo.
-Molusquicidas : para evitar la aparición de moluscos como por ejemplo los caracoles.
-Rodenticidas: indicado para controlar las plagas de roedores.
-Repelentes: sustancias químicas que ofrecen un efecto de repulsión de los insectos.
-Atrayentes: en este caso el producto atrae al insecto dañino para liquidarlo.
Es relevante indicar que los productos fitosanitarios también se clasifican según la forma de aplicación pues pueden administrarse sobre el terreno o sobre la planta con la ayuda de maquinaria agrícola especializada como pueden ser los pulverizadores. Es esta tarea es aconsejable tanto aplicar el producto de manera homogénea como dejar una parte del terreno sin tratar con este tipo de sustancias mediante la excavación de un surco en cada una de las calles que se forman entre las hileras de olivares.
Otra clave para hacer un uso correcto de los productos fitosanitarios es realizar esta acción en las épocas del año adecuadas. Entre las etapas o estados fenológicos por los que pasa el olivo a lo largo del año es conveniente tener en cuenta los siguientes para el control de plagas y aplicación del producto fitosanitario:
-Después de la recolección de la aceituna.
-Tras la salida del invierno.
-Durante el inicio de la brotación.
-Durante el inicio de la floración.
-Durante el cuajado del fruto.
-Con la bajada de las temperaturas.
Desde BALAM recordamos la gran actividad que nuestra empresa realiza en el sector de la distribución y venta de productos fitosanitarios pues ha sido durante muchos años nuestra principal área de negocio. Actualmente esta labor se recoge dentro de uno de nuestros servicios, concretamente dentro del BALAM Fito.
Este servicio ofrece al olivicultor una extensa gama de productos fitosanitarios y nutricionales de compañías líderes del sector tales como BASF, Industrias Químicas del Vallés (IQV), ARAGRO, GOWAN y BIOIBÉRICA (nutricionales), cuyo uso cuenta con la acreditación de equipos técnicos del mercado, compuesto por siete titulados agronómicos de dilatada experiencia que asesoran a los olivareros sobre las materias activas y dosis autorizadas para el cultivo en cada uno de sus estados fenológicos.
Para finalizar queremos volver a contaros que BALAM, pertenece al centro de Agrupamiento SIGFITO. Se trata del Sistema Integrado de Gestión de envases fitosanitarios, una red de centros de recogida, denominados “Centros de Agrupamiento”. A estos centros el consumidor puede llevar sus envases para darles un tratamiento medioambiental correcto. Este proyecto nace con el objetivo de ayudar a preservar el Medio Ambiente y favorecer al desarrollo sostenible de nuestra agricultura.