Cada tipo de árbol o cultivo presenta unas características concretas que se han de tener en cuenta para sacar el mayor partido su producción: condiciones de clima, sistema de riego o poda. Conocer estas características es imprescindible para que el crecimiento y productividad de la plantación sea óptimo.
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ToggleEn el caso del almendro, se trata de un tipo de árbol muy extendido en España. Por ello, existen grandes especialistas en el cultivo y la poda del almendro, que han perfeccionado las técnicas para elevar la producción y obtener un fruto de mayor calidad año a año.
Dentro del cultivo de la almendra, quizá la poda del almendro es uno de los momentos más importantes: dependiendo del tipo de poda, de si se ha elegido bien la época para podar los almendros y de si se realiza correctamente, se podrá hablar de árboles sanos y eficientes o de ejemplares poco productivos y enfermos.
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La poda es necesaria siempre en todos los casos.
Antes de entrar en profundidad en la poda de los almendros, es preciso entender por qué es necesario llevar a cabo esta tarea.
Podar no solo es una necesidad desde el punto de vista de la producción, sino que es un beneficio claro para los árboles. Cuando se poda, se eliminan ramificaciones excesivas que le quitan fuerza al almendro, se corrige su “postura” y se le ofrece la oportunidad de crecer de un modo más equilibrado. La poda que se lleva a cabo en cada cultivo, es diferente y tiene una finalidad concreta. En caso del almendro, la poda va dirigida principalmente al factor de la forma. Se retiran las ramificaciones de las bajeras y aquellas más horizontales. Se poda a la distancia más alejada de la yema de la rama y esto produce que la siguiente ramificación se dirija de forma vertical. La altura de la poda dependerá del sistema de cultivo.
La mejora en la calidad y la cantidad de la producción es una consecuencia del buen estado del árbol gracias a la poda, y no hay que pensar solo que se poda el árbol a toda costa para producir más.
Cómo podar los almendros y tipos de poda del almendro
Hay, básicamente, cuatro tipos de poda fundamental para el almendro. Cada una de ellas corresponde a un objetivo o al momento en el que se encuentran los árboles cuando se realiza. Así, podemos hablar de:
- Poda de formación.
- Poda de fructificación.
- Poda de restauración.
- Poda en verde.
Poda de formación del almendro
Como su propio nombre indica, la poda de formación de los almendros se realiza cuando el árbol es joven y el objetivo es que este adquiera una forma adecuada, tanto para crecer de manera equilibrada como para que luego resulte sencillo la recolección de la almendra.
Es preciso controlar muy bien el crecimiento del árbol durante los primeros años.
Aproximadamente serán cuatro temporadas en las que habrá que llevar a cabo esta poda de formación en almendros jóvenes y en ellas, se irá ayudando al árbol a crear una estructura consistente con ramas principales fuertes y gruesas. Esto dependerá fundamentalmente del sistema de cultivo, siendo en plantaciones de almendro en seto un periodo más corto (2-3 años).
A partir del segundo año se empezará a construir la estructura de las ramas secundarias productivas para que el árbol tenga suficientes “arterias” y así producir una buena cantidad de fruto.
Poda de fructificación
Una vez que ya han pasado las primeras cuatro temporadas y el árbol está en todo su apogeo de producción, el tipo de poda del almendro cambia. En este caso, cada año habrá que eliminar chupones, eliminar prolongaciones y retirar ramas muertas o débiles para que las ramas secundarias sigan acumulando fuerza y sean eficientes en la producción de almendra.
En este tipo de poda hay que tener un cuidado especial por mantener el equilibro en todo el árbol, para que todas las ramas secundarias sigan igual de fuertes y poder alargar la productividad del árbol todo lo posible, sin agotarlo o que alguna de sus ramificaciones sufran más que otras.
Poda de restauración
Con el paso del tiempo, el almendro irá perdiendo fuerza por el progresivo envejecimiento de sus ramas. Esto quiere decir que ha llegado la hora de hacer una poda de restauración o rejuvenecimiento para así reiniciar el ciclo de producción del árbol y volver a tener producciones adecuadas.
Este tipo de podas no siempre son necesarias o útiles: más bien resultan imprescindibles cuando el árbol está enfermo o no se ha cuidado de la mejor manera y ya no es eficiente.
Si se dan las condiciones necesarias y se debe proceder esta poda dejaríamos solamente las ramas principales del árbol con una longitud máxima de medio metro. De esta manera nos aseguramos que el almendro vuelva a crecer y a ramificarse poco a poco para volver a producir.
Poda del almendro en verde
La poda en verde se realiza justo después del proceso de floración y el cuajado del fruto, sobre los meses de mayo y junio, y en ella solamente se clarean los brotes que han crecido y se han desarrollado ese año. El objetivo de eliminar la mayoría de estos nuevos brotes y es similar a las otras podas: no permitir una ramificación excesiva para que el ejemplar no pierda fuerza.
¿Cuál es la época para la poda del almendro? ¿Cuándo se podan los almendros?
La poda del almendro tiene una época concreta para hacerla y evitar así que el árbol sufra daños. Precisamente, por ello, hay que aprovechar los momentos en los que los almendros están “dormidos” para llevar a cabo la poda. Esto quiere decir que se aprovechará la época en la que los ejemplares no están creciendo o en floración, ya que el árbol tendría que gastar el doble de energía para seguir creciendo y recuperarse de la poda. Además, esta época también es fría y con humedades relativamente bajas, lo que permitirá una rápida recuperación de las heridas provocadas por la poda.
Esa época de descanso del almendro coincide con el principio del otoño o el final del invierno. De esta manera el agricultor se asegura que el árbol no tendrá que sufrir heladas que puedan perjudicarlo y que estará completamente recuperado al inicio de la primavera.
Otros consejos para saber como podar un almendro
Aunque todos los detalles principales sobre la poda del almendro ya han quedado reflejados, hay otros breves consejos que se tienen que tener en cuenta para que el proceso de poda sea perfecto.
En función de la variedad la poda puede cambiar en ciertos aspectos, ya que hay variedades más vigorosas y con más ramificación que otras. Además, habría que analizar cada plantación y su sistema de cultivo. No es lo mismo una poda para una plantación en intensivo que en seto.
Pedir asesoramiento
Es frustrante dedicar varios años a cuidar un árbol que al final no cumple las expectativas de producción. En la mayoría de ocasiones esto ocurre por una mala acción en las podas que se han realizado sobre los almendros.
Ante cualquier duda, conviene consultar a alguien con más experiencia, pedir ayuda a algún agricultor experto o a un técnico para no cometer errores, sobre todo en los primeros momentos que son los más delicados.
Utilizar herramientas adecuadas
Otro asunto importante es utilizar herramientas adecuadas y en buenas condiciones cuando se vaya a realizar la poda. Nada de utilizar una sierra cualquiera o las tijeras multiusos: los cortes deben ser limpios, y nada mejor que unas buenas tijeras de poda para lograrlo.
No descuidar los árboles
Aunque el crecimiento es lento, cada pequeño cambio cuenta, por eso conviene ser constante con los almendros y realizar revisiones puntuales para comprobar que todo se encuentra en perfectas condiciones.
Dejar un almendro a su suerte un par de años y luego querer que produzca almendras al 100% de su capacidad es prácticamente imposible.
Si quieres conocer más acerca de las diferentes labores que se realizan en el almendro… suscríbete a nuestro blog. Puedes preguntarnos en comentarios y estaremos encantados de ayudarte.
Desde BALAM Agriculture queremos contribuir a que labores tan transcendentes como la poda se realicen de manera correcta y que los agricultores puedan conseguir sus objetivos productivos.