Estar a cargo de una explotación agrícola no consiste solo en plantar los árboles, regarlos, echar fertilizante y recoger el fruto cuando toca. El trabajo en el campo es también científico y los buenos agricultores deben tener un amplio conocimiento de técnicas agrícolas para mejorar sus cultivos.
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ToggleHoy en día cualquier terreno pensado para la explotación comercial responde a diversos proyectos agronómicos que buscan que la tierra sea óptima, los árboles de las mejores especies y de las más productivas y que incluso estén plantados de la forma correcta.
Cada día aparecen nuevas técnicas de agricultura que favorecen la calidad de los cultivos y la cantidad y calidad del fruto recogido. Por eso, el agricultor y los explotadores tienen la necesidad de estar al día sobre los nuevos métodos de siembra en agricultura.
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Uno de ellos es el conocido como ensayo de orientaciones. Mucha gente no ha escuchado hablar de esta nueva técnica de agricultura y, debido a la alta conveniencia de su uso, conviene conocer algunos detalles sobre en qué consiste.
En qué consiste el ensayo de orientaciones
El propio nombre de esta técnica ya da pistas sobre qué es lo que se hace en un ensayo de orientaciones. De nuevo conviene volver al inicio de este artículo: a la hora de comenzar una plantación no se pueden poner los árboles donde se quiera.
Cosas tan importantes como el sistema de riego o la forma de recolección (si será manual o mecánica) condicionan la distancia que debe haber entre árboles, si tienen que estar más o menos ordenados, etc.
Esa colocación de unos árboles respecto a otros, y también respecto al terreno y a las condiciones climáticas, va a ser cada vez más importante en los últimos años.
Y es que estudios académicos como los realizados por la Universidad Politécnica de Madrid demuestran que la orientación en la que se colocan, por ejemplo, los olivos, puede ser determinante para su producción.
Por tanto, un ensayo de orientaciones consiste precisamente en probar, sobre el terreno, distintas disposiciones de árboles para comprobar, en un poco de tiempo, cómo estos crecen y se desarrollan.
De manera habitual, lo que se hace en estas nuevas técnicas de agricultura es colocar 8 hileras de árboles formando como un reloj o un sol. Se deja un amplio espacio circular en el centro y cada una de las 8 hileras de árboles se coloca en una dirección concreta, como una estrella de los vientos (Norte/Sur, Este/Oeste, Noroeste/Noreste, Suroeste/Sureste).
Por qué es tan importante su desarrollo
Las investigaciones realizadas hasta el momento han determinado que la orientación de los árboles en según qué tipos de cultivos es absolutamente esencial para elevar el rendimiento de la explotación agrícola.
Los estudios de la Universidad Politécnica de Madrid han desvelado que la orientación adecuada en el cultivo de olivares es motivo de una mayor cantidad de aceite. Pero no solo eso: la calidad del aceite obtenido también ha mejorado considerablemente en las mismas
Esto mueve a los agricultores, así como a los ingenieros agrónomos y a otros profesionales del sector, a trabajar en este tipo de investigaciones con el objetivo de obtener datos sobre cómo optimizar el cultivo.
Cada día, nuevas investigaciones van desvelando opciones que hacen posible optimizar todavía más los cultivos con proyectos agronómicos contrastados y probados en condiciones científicas.
Lograr más con lo mismo
El estudio de orientaciones logra, en pocas palabras, lograr mucho más con lo mismo. En este punto surge una pregunta: ¿Qué quiere decir esto? Que con la misma calidad de suelo, riegos, ejemplares y maquinaria y trabajadores, solo por el hecho de distribuir mejor los árboles, se puede lograr un mucho mayor rendimiento.
Algo que, sin duda, repercute a toda la cadena de producción hortofrutícola: tener más aceite y de mayor calidad solo puede ser positivo tanto para el agricultor recolector como para las almazaras, y además llega hasta el distribuidor y el consumidor final.
Pero, sobre todo, hay que prestar especial atención a los beneficios que esto tiene para los productores. Un terreno profesional tan complejo como el de la agricultura debe adaptarse y optimizarse todo lo posible para asegurar la supervivencia de las explotaciones.
Por eso hay que recibir cualquier tipo de mejora con los brazos abiertos y esforzarse por estar al día de investigaciones como la realizada por la Universidad Complutense de Madrid sobre la Rotación de cultivos. La aplicación de nuevas técnicas agrícolas es una realidad que solo aporta beneficios positivos en el día a día del trabajo en el campo.
Estos nuevos métodos de siembra en agricultura son esenciales para adaptarse a una demanda creciente con unos recursos limitados. Algo que ayuda a los propietarios de las explotaciones agrarias en un momento en el que un céntimo de diferencia en la producción puede ser crucial para asegurar el futuro del proyecto empresarial agrícola.