Las plantaciones de almendro se han convertido, a día de hoy, en una de las opciones más interesantes para los inversores del sector primario, debido fundamentalmente al espectacular crecimiento experimentado en la rentabilidad de este cultivo durante los últimos años. Históricamente, el almendro ha destacado siempre como uno de los cultivos más extendidos y tradicionales de la agricultura mediterránea, aunque su explotación agronómica fue siempre destinada más bien a terrenos marginales, de escasa fertilidad y acentuadas pendientes.
PLANTACIONES DE ALMENDROS
Las plantaciones de almendros se han convertido en el cultivo de moda en la Península Ibérica, y por qué no decirlo, en gran parte de los países de la cuenca mediterránea. Esto se debe, principalmente, a tres razones:
– El éxito experimentado en California, primer productor mundial de plantaciones de almendro, en los últimos años. Con marcos de producción intensivos y en regímenes hídricos de regadío, con dotaciones de agua superiores a los 6.000 metros cúbicos por hectárea y producciones en torno a los 2.500 Kg de pepita por hectárea
– Espectacular incremento del consumo mundial motivado por la decidida apuesta promocional desarrollada principalmente en Asia por la Asociación de Productores Californianos.
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– El aumento del precio que la almendra ha experimentado en los últimos años y que, gracias a los dos factores anteriores, se prevé que continúe creciendo.
Según datos de 2018, España es el tercer país productor de almendras del mundo y el primero en superficie con 661.000 ha dedicadas a plantaciones de almendro. Su cultivo sigue teniendo una gran importancia para nuestro país, ya que genera un volumen de negocio de más de 1.000 millones de euros y ayuda a mantener la población rural.
El almendro, junto con el olivo y la vid, ha sido considerado desde hace muchísimo tiempo como el prototipo de cultivo leñoso extensivo de la Península Ibérica. A priori, esto parece indicarnos que tradicionalmente la plantación de almendros han sido tratadas como un cultivo de naturaleza muy rudimentaria, destinado frecuentemente a suelos de secano, casi siempre marginales, de gran parte del Este y Sur peninsulares, en muchas ocasiones en zonas muy próximas al mar Mediterráneo.
Si bien estas zonas se encontraban climatológicamente libres de heladas, presentaban inadecuados marcos de plantación que arrojaban unos niveles productivos muy por debajo del umbral de rentabilidad. Pero esta breve descripción histórica del cultivo nada tiene que ver con los marcos intensivos, ni con la eficiencia hídrica, ni con el espectacular potencial productivo que presentan a día de hoy las plantaciones de almendro intensivas.
CARACTERISTICAS PLANTACION ALMENDRO EN ESPAÑA
Actualmente, la gran mayoría de las plantaciones de almendro existentes en España tienen serios problemas estructurales, de explotación y de comercialización, que básicamente podrían resumirse en las siguientes consideraciones:
- Producciones muy bajas en la mayor parte de las zonas productoras.
- Cultivado en zonas ecológicamente marginales.
- Altísima heterogeneidad del material genético y dificultad de clasificación de calidades.
- Alto envejecimiento de las plantaciones de almendro tradicionales.
- Inadecuada situación sanitaria de los portainjertos cultivados.
- Deficiente selección varietal de cara a la optimización productiva.
- Variedades del almendro mayoritariamente autoincompatibles.
- Floraciones normalmente precoces, sensibles a heladas tardías.
- Inadecuados marcos y diseños de plantación.
- Minifundismo y parcelación excesiva.
- Sistemas de poda almendro obsoletos e ineficientes a nivel productivo.
- Reducido grado de mecanización de las plantaciones de almendro tradicioanales.
- Ausencia de un programa de abonado acorde a las necesidades nutricionales reales del cultivo.
- Bajos rendimientos en grano.
Afortunadamente, las técnicas de cultivo de una plantación de almendros han experimentado un espectacular desarrollo técnico y agronómico, y gracias a ello podemos hablar de que nos encontramos, sin duda alguna, ante uno de los cultivos más rentables de la agricultura moderna. Aunque para alcanzar los niveles de rentabilidad deseados, deberemos trabajar siempre de acuerdo con un protocolo técnico que nos garantice, ya desde su inicio, el éxito del proyecto. El precio de las plantaciones de almendros dependen del numero de arboles por hectarea.