En la actualidad, estamos inmersos en un mundo globalizado, con una alta demanda de alimentos y pocos recursos, por lo que cobra una gran importancia la potenciación de aquellos renovables y productivos.
Los sistemas de riego agrícola son aquellos que han sido creados con un conjunto de técnicas y procedimientos, que consisten en el aporte de agua en forma artificial y en determinadas áreas potencialmente de cultivo.
Con la finalidad de promover el crecimiento de las semillas en productos vegetales y garantizar una mejora en la productividad del terreno, se realizan estudios que determinan si un sistema de riego es viable y qué tipo sería el adecuado según el cultivo que se desee sembrar.
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El riego se ha convertido en una solución para la producción agrícola en zonas donde la lluvia no es frecuente, lo que afecta las plantaciones, merma el crecimiento del producto y en otros casos ocasiona la pérdida del mismo.
El agua un recurso natural indispensable
El agua es un elemento de vital importancia, para llevar a cabo el proceso productivo en cualquier terreno.
La construcción de sistemas de riego que complementen la actividad agrícola, es necesario para obtener los resultados deseados, especialmente en áreas con alto riesgo de sequías.
Existen una serie de elementos que se deben considerar, para un buen funcionamiento del sistema de riego que se piensa instalar, los cuales son:
- La fuente de agua.
- Estudio topográfico del suelo y sus condiciones.
- Tipo de riego agrícola.
- Materiales, preparación del terreno e instalación de tuberías.
Tipos de sistemas de riego agrícola
El tipo de riego que se decida aplicar, dependerá del tipo de cultivo, las dimensiones del mismo y el requerimiento de agua del terreno, para que prospere de forma exitosa.
Es una realidad que el éxito de una cosecha, no depende solamente de su necesidad de agua durante el proceso. El riego agrícola, debe ser combinado con el uso eficiente de los recursos exigidos para cada cultivo.
En el sector agroalimentario, se destacan los siguientes tipos de riego:
Riego por inundación
Es uno de los sistemas de riego mayormente utilizado en el sector agrícola, especialmente en cultivos de maíz, soya y girasol.
Este sistema debe ser implementado en suelos nivelados o con escasa pendiente, de esta manera se evite la concentración del vital líquido en las partes bajas del terreno.
Consiste en la instalación de una red de mangueras ubicadas en forma subterránea (a 30 centímetros de la superficie). Durante toda su extensión, poseen una serie de orificios para la distribución del agua.
Con este tipo de sistema, se garantiza la absorción del agua en un solo evento a la vez, por lo que el suelo se mantiene húmedo de manera uniforme.
Riego por aspersión
Al igual que el sistema anterior, el riego por aspersión es comúnmente utilizado en el sector agrícola, especialmente porque es compatible con cualquier tipo de terreno.
Consiste en rociar agua por todo el cultivo en forma de lluvia utilizando aspersores, gracias al proceso de atomización del líquido por una red de tuberías, las cuales son construidas con la capacidad de sostener la presión del agua.
Para la construcción de este sistema, se requiere de tanques de almacenamiento de agua conectados a una red de tuberías por todo el cultivo y aspersores adecuados, que puedes encontrar en el mercado de diferentes tamaños, fijos y móviles.
Los fijos suelen ponerse en el suelo. Estos se levantan al iniciar el proceso de riego y vuelven a su lugar al finalizar.
Los móviles pueden ajustarse al extremo de una manguera e ir rociando con la ayuda de un tractor o vehículo por todo el cultivo.
Riesgo por goteo
Es un sistema utilizado a través de mangueras en terrenos de alta sequía, que permite el uso óptimo del agua gota a gota y de los respectivos abonos según el tipo de cultivo.
El micro riego
Es un sistema que emplea rociadores pequeños conocidos como micro aspersores (instalados en la base de las plantas). Son recomendados para huertos y viñedos, siendo altamente eficiente en el uso del agua.
