El cultivo del almendro tiene un peso importante en nuestro sector agrario; España es el tercer productor mundial de almendras, después de EE. UU. y Australia.
Tradicionalmente, ha sido un cultivo marginal de secano mantenido con escaso laboreo y que ofrecía baja productividad, sin embargo, en la actualidad se ha mejorado su manejo y, especialmente en explotaciones intensivas con riego, la rentabilidad del cultivo ha aumentado considerablemente.
Para saber cuándo se recogen las almendras debemos fijarnos en la variedad del árbol, los factores climáticos anuales (lluvias, heladas, temperaturas medias, etc.) y la posición geográfica en la que nos encontramos. Según la variedad, cambia el momento de floración y de maduración del fruto, pudiendo ser en ambos casos, temprana, media y tardía, aunque también podemos encontrar variedades extratempranas y extratardías.
Fases de la almendra: recogida de las almendras
Floración
El almendro es uno de los frutales que florece antes. Suele comenzar su floración entre finales de enero y marzo.
Las variedades tempranas, típicas del sureste peninsular, suelen florecer entre mediados de los meses de enero y febrero. Entre ellas destacan la Desmayo Largueta, la Atocha, o la Garrigues.
Las variedades de floración media, como la Marcona, variedad más extendida en España y la más interesante en cuanto a la comercialización; la Blanquerna o la Soleta, suelen hacerlo a lo largo del mes de febrero.
En cuanto a las variedades de maduración tardía, que suelen comenzar su floración entre mediados de febrero y el mes de marzo, podemos destacar la Guara, con gran intensidad floral y muy productiva en secano; la Aylés, con alto porcentaje de frutos dobles y sensible a enfermedades criptogámicas; la Moncayo, con un fruto de maduración media, pero baja productividad; o la Francolí, de floración prolongada, aunque con gran productividad.
Las fechas de floración indicadas pueden verse afectadas por factores climáticos anormales, como sequías prolongadas o heladas tardías, y por la situación geográfica. Así, por ejemplo, la Marcona, que suele florecer durante el mes de febrero en la mayoría de los territorios, en el altiplano granadino (comarcas de Baza y Huéscar, situado a unos 1000 metros de altitud) lo suele hacer durante marzo.
Maduración
Después de la fecundación de las flores y la formación de las yemas comienza la maduración del fruto. Durante esta etapa se forma la vaina y se endurece la cáscara de la almendra. Generalmente, las variedades que florecen antes tienen una maduración más lenta y, por el contrario, las que tardan más en florecer, maduran el fruto en menos tiempo. Sin embargo, podemos encontrar algunas excepciones a esta regla, como la variedad Tardona que tiene una floración extratardía, normalmente durante el mes de abril, y una maduración del fruto muy lenta.
Recogida
Una vez que la vaina está seca, se abre dejando ver la almendra con cáscara que hay en su interior. En este momento se ha completado la maduración del fruto y llega el momento de su recogida.
Dependiendo del lugar en que nos encontremos, de las circunstancias climáticas anuales y de la variedad del árbol, la recolección de almendras puede comenzar desde finales de agosto hasta principios de octubre.
La recogida de almendras puede hacerse por vareo manual, golpeando las ramas con una vara para recoger las almendras que caen al suelo o sobre una manta; o por sistemas mecanizados, mediante vibradores de tronco, autopropulsados o acoplados a un tractor, que hacen vibrar el árbol con una pinza mientras las almendras se recogen desde el suelo con una recolectora, o bien directamente con una estructura en forma de paraguas invertido.
Aunque el sistema de vibrador de tronco con paraguas se ha generalizado en los últimos años, presenta algunas limitaciones, como su uso en parcelas de pendientes muy fuertes, caballones muy altos o marcos muy estrechos. Para emplear esta técnica es importante esperar a que el tronco haya alcanzado el suficiente grosor, porque, de lo contrario, el árbol puede sufrir daños.
Descortezado y secado
Después de la recolección (o derribo) del fruto, comienzan las labores de descortezado y secado de la almendra. El descortezado o pelado debe llevarse a cabo lo antes posible, para evitar que el endocarpio se endurezca y se adhiera a la cáscara. Tradicionalmente, esta labor se realizaba manualmente, pero hoy en día contamos con maquinaria específica que facilita enormemente la tarea. Para evitar problemas en el almacenamiento del fruto, es conveniente que el índice de humedad se rebaje por debajo del 7 %. En ambientes cálidos y secos se puede llegar a este índice de humedad con un secado al aire libre, aunque también contamos con herramientas mecánicas (secadores industriales con túneles de aire caliente) que agilizan esta labor.
Saber cuándo se recogen las almendras es crucial para tener éxito en nuestra explotación. Para agricultores con experiencia, con muchas temporadas de laboreo en este cultivo, no resulta difícil, ya que saben reconocer el momento en el que el fruto está listo para su recolección. Sin embargo, los menos experimentados deben conocer la variedad que manejan, los ciclos temporales en su comarca para las diferentes etapas de la almendra y consultar con organismos agrarios (públicos o privados) que le darán pautas que pueden ser muy útiles.
