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En CBH contamos con el personal técnico adecuado para prestar un servicio integral de asesoramiento agrícola.  Nuestra filosofía de trabajo está presidida por el principio “agricultura moderna y rentable”.

Entendemos que el campo está en permanente evolución y que en los últimos tiempos han aparecido importantes retos —como el cambio climático, que todo lo están trastocando—, que hacen necesarios una mayor tecnificación y profesionalización de los servicios agrícolas.

El agricultor necesita contar con un socio tecnológico que le quite preocupaciones e incertidumbres y que le permitan centrarse en la gestión de su explotación agrícola.

En el campo, las inversiones son cuantiosas cuando se quiere hacer un cambio de cultivo o cuando es necesario introducir mejoras. Y los riesgos son siempre muchos. De ahí la necesidad de contar con un buen asesoramiento para minimizar riesgos y hacer más rentable nuestra inversión.

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Estaremos encantados de darte una atención personalizada.

El asesoramiento agrícola consta de tres fases: 1) el análisis del problema; 2) la elaboración de un plan de tratamiento y 3) la ejecución y control del plan de tratamiento.

Análisis de la problemática

En la fase inicial de toda labor de consultoría técnica hay que hacer un análisis exhaustivo del problema que necesitamos solucionar. Para ello se recopilarán los datos y muestras necesarias para diagnosticar el problema que afecta a nuestra plantación: fitosanitario, mala calidad de las aguas, problemas con la tierra, etc.

Dependiendo del problema, se emplearán las técnicas adecuadas y los análisis técnicos que sean necesarios para dar con el origen del problema a resolver.

Elaboración del plan de tratamiento

Una vez conocemos el problema que tenemos, podemos pasar a la segunda fase. Nuestros técnicos plantean el tratamiento que necesitamos para acabar con el problema analizado. En él se harán las recomendaciones técnicas necesarias para solucionar el mal que afecta a nuestra plantación. En este plan se incluyen las medidas concretas, así como el calendario y el presupuesto necesario para su aplicación.

El plan se pone por escrito con toda la información e instrucciones necesarias para que los responsables de su ejecución no tengan ninguna duda de lo que se debe hacer.

Ejecución y control del plan de tratamiento

La tercera y última fase es la ejecución del plan. Ya sabemos cuál es la enfermedad, sabemos cuál es el tratamiento, se trata ahora de aplicar la “medicina” adecuada. Una vez aplicado el tratamiento, es necesario llevar un control y seguimiento de las medidas ejecutadas, para saber si dan los resultados esperados.

En Balam Crops estamos especializados en asesoramiento de cultivos de olivar y almendro y todo tipo de cultivos leñosos. Dispondrás del equipo técnico que necesitas para poner en marcha cualquier plan de nuevo cultivo o de mejora de un cultivo ya existente.

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